Las comunidades de propietarios son altos consumidores de electricidad debido al alto número de vecinos que hacen uso de la misma instalación eléctrica a lo largo del día.
A esto hay que sumarle, los aparatos eléctricos utilizados en los bloques de viviendas, que van desde los ascensores, hasta las puertas automáticas de los aparcamientos subterráneos.
Por estos motivos, es fundamental actualizar la tarifa de luz de la comunidad cada cierto tiempo, ya que puede suponer un gran ahorro en las facturas. A continuación te indicamos cómo.
La elección de las tarifas de luz y de otros suministros suele estar a cargo del presidente de la comunidad o del administrador de fincas que lleve las cuentas de la comunidad, los cuales se encargan revisar cada año que los vecinos se están beneficiando de la tarifa que mejores condiciones ofrece.
Cabe destacar que la mejor tarifa de luz o la tarifa de luz más barata, varía de una comunidad a otra, en función de los consumos y las particularidades de cada una.
Por ejemplo, una comunidad cuyo consumo se realice principalmente en horarios diurnos, le compensará tener una tarifa con el término punta más económico, que suelen ser aquellas de precio fijo.
Sin embargo, aquella que haga un gasto mayor por las noches, como en iluminación, le interesará una tarifa con el término valle más barato, es decir, con tramos horarios de luz. Se pueden distinguir tres tipos de horarios, punta, llano y valle, en los que el precio del consumo energético variará, siendo las horas más económicas aquellas que se comprenden entre las 00 y las 8 h, los fines de semana y los festivos nacionales.
No obstante, dejarse ayudar por un asesor energético facilita la tarea de localizar la mejor opción para cada comunidad de vecinos.
La potencia contratada representa en kW la cantidad de aparatos eléctricos que pueden usarse a la vez en la comunidad sin que esta sufra cortes de luz. Dicha potencia suele ser superior a la que realmente se necesita, suponiendo un coste fijo extra todos los meses.
En muchos casos, es recomendable cambiar la potencia contratada para evitar dicho gasto innecesario, para ello, podemos solicitar un informe a nuestra compañía de luz o hacer uso de las múltiples de calculadoras disponibles online.
Para hacernos una idea, una pequeña comunidad de vecinos con un ascensor, pueden ser suficientes unos 13 kW, para la que sería necesaria una tarifa 2.0 TD de electricidad. Por el contrario, no lo sería para una gran comunidad con varios ascensores, que necesitará de 20 a 25 kW por bloque, pasando a ser una tarifa 3.0 TD de electricidad.
Asimismo, puede ser que la comunidad de propietarios cuente con un maxímetro, que además de indicar la potencia que realmente se necesita, permite superar la contratada si en algún momento el suministro lo requiere, suponiendo un sobrecoste puntual en la factura, pero sin que se produzca un corte de luz.
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