Subsiste en la mente de muchos propietarios que cambiar de administrador de fincas es un largo trayecto burocrático y se les hace una montaña tan ardua de subir que a menudo desisten y dejan al administrador de turno que se perpetúe cómoda y felizmente en su “feudo”. Pero esto no es así. Te revelamos cómo cambiar de administrador de fincas en cuatro sencillos pasos. [bctt tweet=”‘Te revelamos cómo cambiar de administrador de fincas en cuatro sencillos pasos'” username=”Afisecan”]
Proceso sencillo para cambiar cualquier administración de fincas
- Comunicar al Presidente que convoque una Junta para proponer el cambio. Si el Presidente no convoca o tarde demasiado, se debe convocar una Junta con el apoyo de un mínimo del 25 % de los vecinos de la comunidad, o un número de propietarios que tengan al menos el 25% de las cuotas de participación. El administrador de fincas, aunque no viva en el bloque ni sea propietario, es miembro de la junta directiva o de gobierno y su cambio debe ser aprobado en Junta General. La segunda buena noticia es que no necesitas ser presidente de la comunidad de propietarios para proponer el cambio, pero sí tienes que informar de tus intenciones convocando una reunión extraordinaria (por vía del presidente) para exponer lo que te propones hacer y por qué (motivarlo). En esa reunión, a la que no es necesario informar al administrador cesante, se aprobará el cambio o lo que proceda.
- Establecer cuándo se va a elegir al nuevo administrador. Es mejor tener tres o cuatro propuestas de administradores alternativos para poder ser leídas y analizadas en la propia Junta general, nunca hay que quedarse con un “vacío de gestión” porque los vecinos que dudan en dar el paso se echarán para atrás. Si eres el promotor de la Junta, pide tres o cuatro presupuestos de administradores de tu zona. La fecha límite desde la destitución del antiguo y la incorporación del nuevo no es recomendable que sobrepase los quince días. [bctt tweet=”‘No solo somos responsables de lo que hacemos, también somos responsables de lo que no hacemos'” username=”Afisecan”]
- Solicita al presidente o vicepresidente la convocatoria de una Junta General Extraordinaria en la que uno de los puntos del orden del día será: “Cese del actual administrador: estudio y aprobación, si procede, y elección del nuevo administrador”. Atención: para que el objetivo de cambio de administrador salga bien y no tengas problemas legales, asegúrate de que cada titular de la propiedad en la que habitas recibe la copia de la convocatoria. Hay dos maneras: Ir a Correos y enviar la convocatoria con correo certificado y acuse de recibo (ideal si sois pocos vecinos) o bien vas puerta por puerta entregándola y haciendo firmar al titular. Si no está éste, pon una copia de la convocatoria en el tablón de anuncios o lugar visible durante al menos 3 días, si es una semana mejor.
- Celebra la reunión y obtén un acuerdo por mayoría simple. La mayoría simple es la mitad más uno de los participantes en la reunión, no es necesario la totalidad de los propietarios. En el plazo máximo de 10 días desde su adopción se deberá cerrar el acta firmada por el secretario y el presidente, acta en la que se especifique lo acordado. Una vez cerrada el acta se debe comunicar al administrador cesado el acuerdo por burofax o certificado con acuse de recibo. Y acordar una fecha para la entrega de la documentación de la Comunidad y mantener una reunión entre al administrador saliente y el entrante para hablar sobre temas relacionados con la Comunidad y posibles temas que quedaron pendientes.
Y queremos terminar este artículo comentando que cuando se cambia un administrador, debe haber razones “de peso”, argumentos para tal cambio, tales como mala gestión, dejadez de funciones, poca dedicación, etc. No es la primera vez y desgraciadamente no será la última, que se propone el cambio por razones personales de uno o varios propietarios que hacen frente común ante un profesional de la administración que ha hecho un trabajo correcto y eficiente. Y en ocasiones ocurre esto ante la pasividad del resto de vecinos, y es que no solo somos responsables de lo que hacemos, también somos responsables de lo que no hacemos cuando se toman determinadas decisiones un tanto interesadas o injustas. ¿Te ha gustado el artículo? ¡Puntúalo! [star_rating themes=”flat”]