A partir del pasado lunes 1 de julio de 2024 se incrementará la seguridad de unos 14.000 ascensores en Canarias según las nuevas normas aprobadas por el Consejo de ministros en abril. La instrucción técnica complementaria (TIC) tiene como objetivo dotar progresivamente de equipamiento para prevenir accidentes en las cabinas de ascensor. Hay 17.590 ascensores en Santa Cruz de Tenerife y 16.925 en Las Palmas. De ellos, 13.806 ascensores necesitan mejoras técnicas, lo que representa el 40% del total de ascensores de la isla y está por debajo del promedio nacional. Casi la mitad de los ascensores de España tienen más de 20 años y se encuentran entre los más antiguos de Europa. El proceso será gradual, determinado por inspecciones periódicas, y se realizará cada 4 años para grandes edificios residenciales y cada 2 años para edificios comerciales o públicos. Esto significa que las Comunidades de propietarios que obtengan la nueva certificación OCA este año, no necesitarán otra inspección hasta 2028. Según los analistas, cumplir con la nueva normativa requerirá una aportación dineraria muy posiblemente en forma de derramas para los vecinos, cuyo coste dependerá del nivel de cumplimiento de la ITC. La normativa pretende reducir hasta en un 90% accidentes como caídas al entrar y salir del elevador, lesiones a animales, portazos a los usuarios y atrapamientos por mal uso. Se implementará sensores en la puerta para detección de obstáculos, nivelación de cabina más precisa, sistemas de comunicación para rescate y ajustes contra movimiento en cabina en caso de sobrecarga.
La nueva normativa representa un importante paso adelante en términos de seguridad y su implementación será gradual, afectará mayoritariamente a los ascensores nuevos, mientras que los ascensores existentes tendrán un periodo de tiempo para actualizarse.
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